Un aporte de Jean-Pierre Hulaud.
Fue fundada por el Director Supremo General Don Bernardo O’Higgins Riquelme, el 4 de agosto de 1818 con el nombre de “Academia de Jóvenes Guardias Marinas”. Esta iniciativa se gestó por la necesidad de establecer un plantel de Oficiales de Marina que fueran capaces de conducir las operaciones navales de la recientemente formada Primera Escuadra Nacional.
Durante sus primeros cuarenta años, el plantel llevó indistintamente los nombres de “Academia de Guardiamarinas” y “Escuela Náutica o de Aplicación”, hasta que en 1858, año que ingresó al local ubicado en la calle González de Hontaneda del barrio Almendral el “Curso de los Héroes”, fue bautizado con el de “Escuela Naval del Estado”.
De las trece sedes terrestres y flotantes que han cobijado a la Escuela Naval, desde que comenzara a impartir sus clases a bordo de los buques de la Escuadra, dos son las principales: la del Cerro Artillería, inaugurada el 5 de marzo de 1893 y la de Punta Angeles, recinto que comenzó a ocupar a mediados del año 1967, ciento cuarenta y nueve años después de la fundación de la Academia de los trece Guardiamarinas que conformaron el primer curso. Con más de 14.8 hectáreas, la Escuela Naval posee modernas salas de clases, de estudio, de náutica y de navegación costera además de laboratorios de idiomas, computación, física y química; biblioteca, comedores y dormitorios.
Junto a lo anterior, posee además un moderno Simulador de Navegación con tecnología de última generación, para la preparación de estos futuros Oficiales de marina, en aspectos de navegación costera y de alta mar, el cual les permite desarrollar las competencias necesarias para navegar por las costas nacionales en los actuales buques que posee la Armada de Chile.
La historia de la Escuela Naval registra en 1858 el ingreso de un grupo de 26 cadetes, cuyas edades fluctuaban entre los diez y los
doce años; los que, egresados en 1861, recibieron por sus merecimientos, con posterioridad, el nombre de “Curso de los Héroes”.
Entre ellos figuran los nombres de Arturo Prat Chacón, Juan José Latorre Benavente, Carlos Condell de la Haza, Luis Uribe Orrego, Jorge Montt Alvarez, Constantino Bannen Pradel, Francisco Javier Molina Gacitúa, Guillermo Peña Urízar, Wenceslao Frías Urrutia, Carlos Moraga Suzarte y Luis Anacleto Castillo Goñi.
A los oficiales “de guerra”, formados por el Instituto desde que éste fuera creado hasta 1927, año en que se dispuso la unificación de las Escuelas Naval y de Ingenieros de la Armada, fueron agregándose los oficiales ejecutivos e ingenieros, los artilleros de costa, defensa de costa e infantes de marina, los contadores y de abastecimiento, los oficiales de marina mercante de puente y de máquinas, los tenientes segundos de mar, los oficiales de litoral y los oficiales de reserva naval.
El Capitán de Corbeta Pedro González Pacheco (Q.E.P.D.), manifestó hacia comienzos de la década de los 50, su admiración hacia el uniforme de los Cadetes Navales, planteándolo en un poema que todos quienes han pasado por estos pasillos lo conocen:
“Existe un privilegio en Chile que muy pocos disfrutan y ese privilegio es ser Cadete Naval, su uniforme es admirado no porque a la silueta juvenil otorgue sobria y militar gallardía, sino por algo más grande y más valioso que todos los chilenos pueden comprender: este uniforme es símbolo de las virtudes marinas y quien lo viste se ennoblece”.
La Escuela Naval es custodia de la espada del Capitán Arturo Prat, cuyo nombre ostenta como patrono desde el 24 de septiembre
de 1945; también, de un cañón, dos tapas del cabrestante, un trozo de mástil y la campana de la “Esmeralda”, hundida gloriosamente
en el Combate Naval de Iquique, el 21 de Mayo de 1879; de la campana del acorazado “Almirante Latorre”, de antiguos estandartes
de unidades navales y del establecimiento, de dos cañones coloniales del siglo XVIII y, enmarcan su severo portalón los cañones del blindado “Cochrane”, nave que protagonizó la batalla acaecida el 8 de Octubre de 1879 en Angamos.
Un Proyecto Educativo basado en 6 Modelos Formativos:
La Escuela Naval entiende que la formación de un Oficial de Marina no debe circunscribirse sólo a estudios académicos o al desarrollo físico de sus Cadetes, sino que debe permitir que alcancen las competencias necesarias para la exigente carrera naval. Por ello aplica un modelo de formación basado en 6 ejes distintos, pero complementarios entre sí y que contribuyen a la formación integral de los futuros Oficiales de la Armada de Chile.
- Académico - Militar / Naval - Valórico - Cultural - Físico / Deportivo - Profesional.
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